30 abril 2011

Soltar y dejar que suceda…


La experiencia ex libris comenzó en la EMBA, Escuela Municipal de Bellas Artes, “Carlos Morel”, de Quilmes. Fue en el salón de grabado, con sus tintas, sus colores y sus olores, que amo y me dan ganas de comenzar a grabar, en ese clima de taller a cargo del profesor Marcelo Aguilar.

Continuó en la escuela EP N 8, donde soy Profesora de Plástica, explicando a los chicos la técnica, el significado de los ex libris y su importancia.

Un ex libris es un rótulo, etiqueta, marca o tarjeta, ejecutado como un pequeño trabajo impreso de arte, realizado por un artista, en alguna de las técnicas de grabado y con una medida de aproximadamente 10 x 10 cm. Debe llevar escrita la frase ex libris que significa: “de entre los libros de…” o “que forma parte de la biblioteca de…”, seguida del nombre del propietario. Esta estampa va adherida a la cubierta interna del libro, con el propósito de identificar a su dueño.

Si bien surgió con la finalidad de ir unido al libro para indicar la pertenencia de este a un individuo, familia o biblioteca, y para servir a una clase privilegiada, no quedó en eso, por el contrario, se fue modificando en el tiempo, por las modas, cambios socio-económicos y políticos, circunstancias históricas, etcétera. Hoy, lejos de su primera función, es casi un documento intelectual de identidad; recuerda la personalidad de algún científico, artista, pedagogo; ilustra las costumbres, la historia, la arquitectura; documenta los dramas sociales, las injusticias, las reivindicaciones. Algunos de los artistas que desarrollaron esta técnica fueron: Goya, Durero, Picasso, Klee.

Como considero que los chicos tienen que conocer a los artistas argentinos, trabajo durante el año con Quinquela, Berni y Molina Campos, entre otros. Todos ellos tienen en común que pintan su contexto más cercano, por tanto, cuentan su entorno; así que nosotros pintamos, por ejemplo, con los colores de Quinquela, pero nuestro barrio, nuestra realidad. Por eso, cuando pensé en que cada uno hiciera su propio ex libris, los chicos comenzaron trabajando sobre qué querían contar, con qué se sentían identificados, qué los representaba, qué cosas les gustaban; qué es aquello que vemos y decimos “es de tal” y no de otro.

Decidí trabajar con 6º A y B, ya que veníamos realizando diferentes técnicas desde 4º año. Como además terminaban la escuela, no tendrían otra oportunidad de pasar por esta experiencia.

En una primera instancia, trabajamos sobre el ex libris que representaría a la escuela, y fue elegido uno que representa el libro y la pluma, elementos del escudo de la escuela, suspendido en el aire arriba, iluminando al barrio, que está abajo. “La escuela iluminando al barrio”. No imaginaba ese sentimiento, ese sentir que la escuela lleva luz al barrio.

En un segundo momento, comenzamos los primeros bocetos de los ex libris de cada uno de los chicos y así aparecieron, como símbolos de pertenencia, el barrio, el contexto, los deportes, la música y también la bandera con la palabra Argentina, y la tapa del DNI. Vaya sorpresa, la bandera y el DNI… No esperaba que se sintieran identificados con estos símbolos.

Luego, vino el trabajo de taller, la transferencia, el grabado de la matriz y, finalmente, la estampa, con rodillos y tinta xilográfica.


El grabado es mágico, se escribe en espejo; la tinta xilográfica puede cubrir bien o no, faltar o ser demasiada y manchar todo; puede salir corrido, manchado o bien; prueba y error, e intentarlo otra vez; permitir el caos, el no saber, soltar y dejar que suceda… Y eso es lo que sucedió: “LA MAGIA”. Ver sus caras de sorpresa y alegría cada vez que sacaban una estampa buena, o de decepción si fallaba y a intentarlo nuevamente; ayudar al compañero que no lo había hecho todavía y esperaba con el grabado en la mano; o esperar el turno para sacar una estampa más.
Éramos todos artistas, comparando la calidad de la estampa y compartiendo nuestra experiencia para ayudar al compañero. ¡¡¡QUÉ PLACER!!! Ver esta imagen de taller, una mañana, en una escuela.
Llega a mis manos un texto de Luis Felipe Noé, pintor argentino: “…Pero caos no es sinónimo de desorden, es un orden en sí mismo, es el orden de lo permanentemente cambiante, del movimiento de las cosas. El orden es asumir el caos, es asumir los elementos combinados de lo que, de hecho, existe. Todas las partes de la realidad son la realidad…”.
Y luego, con todo el orgullo del trabajo realizado, ir juntos a la Casa de la Cultura de Quilmes, a la muestra final donde se exponían sus grabados y sus textos, donde explicaron una y otra vez cómo había sido el proceso, cómo fue realizado, en qué se habían inspirado, donde leyeron sus producciones literarias delante de chicos, docentes y padres de otras escuelas.

Era llevar lo que cada escuela, cada grupo, trabajó en sus aulas, en intimidad, y compartirlo, todos juntos, y lo que logramos fue algo más grande todavía que nos unió como grupo.
Qué inmensa alegría ver chicos de diferentes escuelas tomar un espacio como la Casa de la Cultura y hacerlo propio, recorrerlo, transitarlo, ocuparlo, ¡¡y sobre todo disfrutarlo!!!

Espero que estos encuentros se sigan realizando para el crecimiento y enriquecimiento de todos.

Una experiencia realmente enriquecedora, que todos disfrutamos mucho, ¡¡¡fue una fiesta!!!
                                                                                                                                            
Zulema Eleo
Profesora de Plástica
EP Nº 8 “Juan Vucetich”
Quilmes

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